LA DUDA SÍSMICA Y SU ANTÍDOTO
Hoy, jueves 31 de octubre se cumplen cinco años del comienzo del viaje eterno de Jonuel Brigue.
Quisiera aquí transcribirles el capítulo 31 del laberinto de los tres minotauros:
La duda sísmica y su antídoto
Hay, sin embargo una duda sísmica, una duda que me desarticula a veces, me amella la risa, me oscurece el fondo de los ojos: la posibilidad de que Occidente sea sino el llegadero de la humanidad, por lo menos un momento necesario del devenir humano, necesario aunque transitorio; la posibilidad de que Occidente sea el momento necesario del devenir humano en nuestros días, de que nos toque a todos, ananké, occidentalizarnos para poder seguir adelante, de que la alternativa actual sea Occidente o estancamiento, cuando no Occidente o caos.
Pero cuando me sacude esta duda me restablezco decidiendo que, si así fuera, yo escogería el estancamiento o el caos. Me articulo y vuelvo a amolar la risa pensando en corrientes y coherencias heterodoxas o prohibidas. Entonces otra vez me zigzaguea en la mirada el relámpago.