CAUSAS TELÚRICAS Y EPIDEMIAS
" Platón cuenta en el Timeo que la humanidad ha perecido muchas veces en el curso de los siglos, según los sabios egipcios, y ha recomenzado a partir de unos cuantos sobrevivientes en lugares apartados de los centros de poder y de catástrofe. Alguna causa debió ser telúrica: cambios de clima, desplazamiento del eje terrestre, terremotos y maremotos en gran escala... otra causa debió ser astronómica: caída de aerolitos de gran tamaño, choque de otros cuerpos celestes... otra debió ser médica: epidemias de amplitud planetaria, ataque de otros seres vivos... pero sin duda hasta donde yo he podido llegar con libros y por mi propia observación, — dijo Güido con firmeza— una causa sin duda es la tendencia suicida inscrita en el cuerpo del hombre.
Tuve que interrumpir: Mi propia observación —¡Que arrogancia la mía!—, mi propia observación me muestra que el ser humano desea vivir, y si posible, vivir para siempre. Tu propia observación es parcial —me dijo—. Si bien existe la tendencia que has observado, existe también la contraria. Habrás observado que la gente consume comidas y bebidas nocivas para la salud; además fuma y se droga con sustancias productoras de enfermedad y muerte. Por si eso fuera poco, no cesan las guerras fratricidas; toda guerra es fratricida y autodestructiva. Cada día se construyen armas más deletéreas. Las luchas por el poder son demenciales; cuando hay victoria, la victoria es pírrica. Yo había oído decir que gracias a las guerras ha habido grandes progresos científicos y tecnológicos. Le repetí el argumento a Güido.
El precio es muy alto —dijo— Sería preferible un progreso menos espectacular ligado al bienestar común y no encaminado hacia la violencia, el crimen o la riqueza material. Pero —lo dicho— hay una tendencia suicida en el ser humano y un quantum de violencia espontáneo que necesita descargarse. Los deportes no bastan; ni las guerras fingidas. Se quiere derramamiento de sangre. Esta conversación fue demasiado fuerte para mí. Llegué a pensar que Güido estaba demasiado golpeado por sus experiencias en la guerra recién terminada; pero esa descalificación ¡por primera vez!, contra Güido no me quitó el efecto de su contundente argumentación "
Jonuel brigue 3x1=4 La Castalia, pag. 61
El triunfo de la muerte – Pieter Brueghel