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CONVERSACIONES SOBRE CUARESMA 6

SILENCIO SACRO SAGRADO SACRIFICIO


Me pareció interesante descubrir que estas cuatro palabras tienen una misma etimología.


El silencio es la ausencia de ruido, el hecho de callar la mente, para lograr escuchar los mensajes de un maestro secreto interior. Se puede ver como la omisión de un sonido, la presencia de lo que no se puede pronunciar, de lo indecible. En una obra musical, el silencio es tan importante como cada una de sus notas, la alternancia de notas y silencios es lo que nos conmueve.


El Sacro, asiento en el que duerme la Kundalini (potente número 86 de los Upanishad), subirá por la columna vertebral para lograrnos una liberación de energía, un despertar, una transformación del ser, un aumento de la consciencia. Camino directo, difícil.


Lo Sagrado es una categoría universal de la consciencia humana para enfrentar su finitud, su condición de mortal.

Rudoph Otto en su libro “Lo Sagrado” (1917) lo relaciona con un concepto particular: lo numinoso, retomado por Carl Gustav Jung, que sería como el sentimiento de una presencia absoluta. La emoción que se siente frente a lo que nos sobrepasa o nos supera, frente a los misterios del mundo.

Lo sagrado sería lo que permite reconectarse con una parte superior del ser, una dimensión espiritual, más allá de lo ético y de lo racional.


Hacer un sacrificio es hacer un gesto sagrado. Personalmente no lo relaciono con sufrimiento, pena o dolor.

Sacrificium en latín es una ofrenda a la divinidad. Los aborígenes de Australia dicen que el sacrificio es restablecer el vínculo de la sangre, que nos une a la madre Naturaleza.


Se podría decir que cuando se come un plato habiéndolo preparado con ciertas normas, sin ofensa al mundo animal, sin aditivos, dedicado à una elevación espiritual, durante un período dado, es hacer un sacrificio, es ofrecerse un don a sí mismo, una ofrenda a su Ser Intimo.

Ese sacrificio permite hacer algo sagrado, en el silencio interior que permite oír su propio Ser.


Puedo, en silencio, escuchar a mi Maestro interior, pararme derechita y llevar mi mano a la garganta con el pulgar en la carótida, para señalar que controlo la mente, situándola en el cerebro y que sé separarla del resto. Luego poner la mano en el corazón pretendiendo demostrar lo bien que amaestro las emociones.

Para terminar, puedo bajar la mano a nivel de la cintura para separar la parte del vientre, centro de los instintos, centro reptiliano, segundo cerebro (ver el primer post de la cuaresma), muy difícil de amaestrar. Pero ahí, tengo una herramienta fundamental: ¡la cuaresma! Que me permitirá pasar del medio microbiótico de mis intestinos a mi cerebro y reequilibrar así lo de arriba con lo de abajo, lo de adentro con lo de afuera.

Temo no haber sido muy clara…

Cristina Briceño Fustec

30 de marzo, 6ta semana de la cuaresma 2023



ROSALIART

3034 obras, una parte de ellas dedicadas al cuerpo.










RECETA

BOLLOS PELONES DE LA CUARESMA

No siempre que se hace cuaresma se cuenta con todos los recursos, antes los frutos secos eran más asequibles, pero hoy día es más difícil gastar dinero en esta época. La Economía forma parte de la dificultad del ejercicio, el aprovechamiento de los productos que se tienen a la mano. La tecnología ha mejorado mucho, me imagino comidas cuaresmáticas elaboradas con esos air fryers, que no son más que hornos de convección que los ponen a alcanzar temperaturas más altas. Aún así el romanticismo de valerse de los medios que se tienen como estudiante da cierta satisfacción.


Ingredientes para 6 bollos

Masa

250 gr Harina de maíz

5 gr de aceite común

20 gr de pimentón rojo finamente picado

Un plátano maduro (es opcional, a mí en lo personal no me gusta tanto)

Agua Cantidad necesaria


Relleno

200 gr de carne de soya

100 gr de tomate

20 gr de pimentón rojo

20 gr de celery

20 gr albahaca

5 gr de orégano seco (si es que lo usa)


Preparación:

Haga el relleno hidratando la carne de soya con agua caliente, esto lo podría hacer con caldo de vegetales como el que hizo para el ranmen. Licue todos los ingredientes excepto la albahaca, lleve al fuego, cuando hierva separe la mitad de la salsa y reserve. A la otra mitad le incorpora la carne de soya hidratada y colada si es necesario. Cocinar por aproximadamente15minutos. Apague e incorpore la albahaca.

Haga la masa como para arepa pero incorpore el pimentón picado. Si usa la plátano rálleselo a la masa, esto le dará un extra de dulzura. Amase muy bien e incorpore también el aceite, esto hará que tenga una masa mas lisa. Repose 5 minutos la masa.

Haga bolitas y rellene con la carne de soya. Haga las bolitas muy bien y cocine en agua o en caldo de vegetales o en la misma salsa.

Sirva con la salsa caliente.

Variante:

Podría hacer el guiso de relleno con otros vegetales como berenjenas, calabacín, una mezcla de ellos.

Otra variante, podría incorporar al relleno 20 o 30 gr de leche de coco al cocinarlo, así tendrá una carne de soya al coco.

Recuerdo:

Ese ensayo maravilloso del profesor: Maracaibo qué tengo yo contigo, que releí apenas mandé esta receta, pues recordé como una narración profunda de la voz de esta ciudad, del espíritu mismo de Maracaibo, más con este platillo con tanta resonancia zuliana, tierra del sol. Esa narración telúrica que a veces habla como el lago mismo: “Bollos pelones. Funche de avío. Arepas de yuca con queso. Pámpano-lisa-boca-chica-armadillo-palometa-róbalo-corvina-bagre frito…” Cocinar es más que estar frente a los fogones, cocinar es un ejercicio de recordar, de volver a traer al corazón y al paladar aquellas vivencias. Somos los que comemos.

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