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EL DIA DE LAS ANIMAS

El estimado miembro fundador de nuestra asociación, Miguel Ángel Rodríguez Tabla nos envió varios pequeños textos que publicaremos poco a poco.

Recordemos que es el autor del excelente trabajo muy completo: “La mudanza del tiempo a la palabra latinoamericana en el pensamiento de J.M. Briceño Guerrero”, publicado por el Centro de Investigaciones Etnológicas del departamento de Historia Universal de la Universidad de los Andes, Mérida 1996.

DÍA DE LA ÁNIMAS

Quedó en encontrarse con su primo en la cafetería, la más cercana a la Plaza del pueblo, aprovechando que él iba a visitar la tumba de sus padres en el cementerio. Ella, luego de estudiar obsesivamente el plano de carreteras de la isla durante la noche, se fue en el primer autobús de la mañana y se bajó en la estación de Llano Negro. Caminó desde Raíces del Pino, a todo lo largo del extenso y disperso barrio de Cueva de Agua y llegó a media tarde.

Sólo después de comer y tomarse dos cervezas Dorada pudo relatarle la caminata por aquellos lugares de sus orígenes paternos, donde había estado apenas una vez y con su madre, siendo niña, hacía más de cuarenta años.

Viviendas y solares estaban en estado ruinoso, pero lo atribuyó a los incendios recientes sufridos en Garafía. Se sorprendió de que los ancianos sentados a las puertas de las casas, recostados a los muros de piedra de las huertas y veredas y con los que se topó por la carretera, desconocidos todos, supieron identificarla por los rasgos de la cara que recordaban los de su abuela, por la forma de caminar que reproducía la de su abuelo cuando ya empezaban a llamarlo Viejo Matías e incluso por el rasgo fisonómico de su torso más largo que las piernas y que evocaba a su padre, al que llamaban culo-bajito

Su primo la escuchó sin hablar, se levantó de la mesa, la invitó con un gesto a subir al vehículo y se puso al volante rumbo a la casa de La Travesita, donde se hospedaría por los próximos quince días. Ella se dio cuenta de que rehacían, en sentido inverso, el camino por el que había llegado y volvió a observar las casas en estado de lamentable desidia…

“¿Y toda la gente que había por aquí hoy, con la que hablé y a la que saludé?”, preguntó y Sergio, rompiendo su largo silencio, le contestó: “Aquí no vive nadie, todos emigraron, se mudaron o murieron hace más de treinta años… Aunque a veces regresan, incluso los que murieron y fueron enterrados muy lejos, como volvieron a hacerlo hoy, día de las ánimas…”

MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ TABLET



Elaine Bouchard “Liberación”, 2018

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